Nunca es tarde: Shoji Tomihisa

Nunca es tarde para empezar y un claro ejemplo es Shoji Tomihisa quien empezó a correr a los 97 años y ahora con 102 se hizo viral al disputar los 100 metros de Hiroshima Masters Athletic.
Shoji fue un trabajador de los ferrocarriles japoneses y es superviviente de Hiroshima, ese día su tren debía llegar a las 8:15 de la mañana justo la misma hora en la que explotó la bomba atómica que lanzó Estados Unidos. Pero Shoji nunca llegó a tomar ese Convoy y gracias a un cumulo de casualidades que le salvaron la vida. Hora después supo del bombardeo estadounidense en su país y eso no impidió que se alistara en una de las numerosas brigadas que fueron en busca de supervivientes. Shoji estuvo expuesto a la radioactividad durante semanas y participó en la búsqueda, reconstrucción y evacuación. Fue reconocido por el gobierno japonés como superviviente.

"La ciudad era una extensión ilimitada y no se podía pensar en la reconstrucción en absoluto”, recuerda Shoji.

Shoji después de una visita a su médico cuando tenía 97 años le recomendó empezar a ejercitarse decidió empezar a correr. Puso todo su empeño en eso hasta el punto que hasta se inscribió en competiciones y así conoció Hiroshima Masters Athletic un campeonato para adultos mayores en que las categorías están divididas por edades. Shoji tiene el récord japonés en los 60 metros en la categoría de 100 a 104 años, hizo los 60 metros en 16,98 segundos y después de dos años hizo los 100 metros en 28 segundos.

Se despierta a las 04:00 de la madrugada para hacer las tareas del hogar y entrenar, corre una vez por semana en un parque y el resto de entrenamientos los hace en su bicicleta estática con ciclos de 300 pedaleadas.

Después de su experiencia en Hiroshima habló de la capacidad de orientar la vida tras una experiencia como fue bomba atómica.

"Estaba decidido a sobrevivir de alguna manera después de haber estado expuesto a la radiación”.

Quiere ser un ejemplo sobre cómo correr, porque con el paso del tiempo sus ganas de vivir y superarse son cada día más fuertes.

 

“Mi vida apenas está comenzando”.



 

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