Historias de acá: Paso de los Toros

Durante un tiempo hubo una fábrica que fue el motor y el orgullo de un pueblo que aunque hoy ya no existe sigue viva en los recuerdos de sus habitantes y forma parte de su historia pese a que solo un cartel que dice “Aquí nació Paso de los Toros” lo recuerda.

Fue Rómulo Mangini un químico Montevideano que en 1924 había llegado para trabajar en la pequeña empresa de la familia de su esposa e instaló una pequeña fábrica para preparar soda. Meses después pudo ampliarla y empezar a industrializar el jabón Teru Teru.

Fue en 1926 incorporó la producción de refrescos con gustos frutales y aunque a día de hoy los mayores de Paso de los Toros recuerdan el sabor de Manzanet solo uno de aquellos refrescos sobrevivió y se hizo famoso.

Mangini pasó dos años probando la combinación de ingredientes que le proporcionó su amigo inglés, mister Jones, para demostrarle que era capaz de elaborar un agua tónica tan buena como la que él tomaba en Inglaterra. Y pudo. Hasta entonces en Uruguay se consumía la tónica de origen Inglés Bull Dog.

En 1946 ya se podía encontrar en Montevideo con un gran éxito y eso le generó a Mangini no poder producir tanto como la demanda que tenía en ese momento y eso le llevó a proponerle a un distribuidor de la época pero este se negó alegando que “Con esas agüitas sucias no vas hacer mucho”.  Pero el año siguiente dos acaudalados hombres de Durazno se asociaron y formaron la "Sociedad Anónima Agua Tónica Paso de los Toros” y empezaron a vender acciones para el pueblo. Ese mismo año tenían cuatro camiones que hacían tres viajes por semana para poder abastecer a Montevideo.
Ese éxito hizo que en 1950 instalaran una segunda fábrica en la Avenida Millán en Montevideo.

Un día llegaron unos representantes de Pepsi ofreciendo unas sustanciales cantidades de dinero por las acciones de la fábrica y eso desató un revuelo sin precedentes que hizo a sus habitantes salir a buscar sus olvidadas acciones de la empresa en el fondo de sus roperos. Pepsi se dedicó poco a poco apoderarse de toda la marca y fue así como un 14 de Febrero del 1955 se hizo con la mayoría de las acciones y Mangini recibió un duro golpe al quedar en minoría de su empresa que era todo para él.
Mangini murió poco después.

Hoy en día la fábrica convive una talabartería y un hotel boutique temático. Entusiasmado por todo ese potencial que conserva la mítica fábrica Konstantinovich limpió el pozo que solía usarse para preparar la bebida y se decidió a lanzar un agua mineral que se llamará Don Rómulo. Tiene todo encaminado pero tiene un contrincante de peso, Pepsi.
Konstantinovich tiene grandes planes para la fábrica y darle una nueva vida.

En el pueblo siempre hubo varias opiniones al respecto al hablar del tema unos dicen que Mangini pudo hacerse millonario si no fuera por hacer la sociedad anónima.
El orgullo de un pueblo que mucha gente supo de su existencia por la bebida pero lamentan que después de que Pepsi se hiciera cargo de la empresa se fueron dejando al pueblo sin nada, en vez de avanzar; lo atrasaron.

La hija de Mangini solo pedía que ojalá algún día se reconozca la labor de su padre para que alguien de la familia pudiera aprovecharlo y de cierta manera sus palabras llegaron, en 1992 Pepsi demostró su deuda de gratitud con la familia quien eligió a uno de sus nietos para ingresar en la planta de producción que se encuentra en Colonia que fue bautizada como Rómulo Mangini.

Hoy su nieto Roberto trabaja en la fábrica que tiene el nombre de su abuelo.

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