¿Qué es un ACV?

El ataque Cerebral o el Accidente Cerebro vascular (ACV) es un evento agudo que afecta el suministro de sangre a una parte del cerebro, por lo cual no recibe oxígeno ni nutriente y las células de esa parte del cerebro pueden morir, causando un daño permanente. 

Este evento se produce como consecuencia de una enfermedad crónica preexistente o de factores de riesgo que predisponen a que ocurra, como por ejemplo: 

- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Tabaquismo.
- Hipercolesterolemia.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Obesidad.
- Sedentarismo.
- Fibrilación auricular.

La hipertensión arterial es el principal predisponente.

Ahora, seamos claros en algo; como muchas de estas condiciones son modificables, los ACV en su gran medida pueden ser prevenibles, y evitarlos depende en gran parte de nuestros estilos de vida y nuestros hábitos. 

La propuesta es incorporar hábitos saludables que nos ayuden a prevenir el ACV, y las enfermedades cardiovasculares; entre otras.

¿Cómo prevenirlo?
Controlando los factores que lo predisponen:

- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Tabaquismo.
- Hipercolesterolemia.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Obesidad.
- Sedentarismo.

Prevención en cambio de hábitos; para evitar la aparición de la enfermedad:

- Alimentación saludable (sin excesos de azúcares, grasas y sal).
- Mantener  una vida activa.
- Evitar el tabaquismo y el consumo de alcohol.
- Realizar los controles médicos periódicos. 

Reconocerlo:

Prevención al reconocer los síntomas precozmente;  lo que permitirá consultar a tiempo y prevenir sus secuelas.




Reconocer un ACV en el momento que ocurre, junto con el tratamiento adecuado y oportuno, mejora el pronóstico de la persona. El tiempo es “vitalidad cerebral”, es decir que identificarlo y tratarlo lo antes posible disminuye el riesgo de secuelas incapacitantes.
 
Para reconocerlo es importante identificar los síntomas más comunes.
 
- La pérdida de fuerzas repentina en manos, brazos, piernas y/o cara. Se presenta de forma súbita, generalmente unilateral.
- La confusión.
- Dificultad para hablar, para expresar una idea, decir una palabra o comprender lo que se dice.
- Problemas o alteraciones visuales en uno o ambos ojos.
- Caídas. 
- Dificultad para caminar, perdida de equilibrio repentino.

Otros menos frecuentes son: 

- Mareos, pérdida de coordinación; dolor de cabeza intenso de causa desconocida; y debilidad o pérdida de conciencia. El principal síntoma para detectar si se está padeciendo esta enfermedad consiste en la pérdida de fuerza o sensibilidad de una mitad del cuerpo, ya sea derecha o izquierda. Si la persona es diestra y el proceso afecta la parte izquierda del cerebro, se experimentará dificultad en articular o comprender las palabras.

Señales de advertencia:

- Rostro: Tiene una mueca extraña en la cara, parece que está de boca caída.
- Brazos- Piernas: Tiene dificultades para mover las extremidades. Por lo general es un problema unilateral (por ejemplo: brazo o brazo y pierna de un solo lado.
- Habla: La persona dice incoherencias y no se hace entender; no puede repetir una oración simple. Habla arrastrando las palabras o es difícil entenderla
- Visión: Alteraciones o trastornos en su campo visual, como ver doble.
- Marcha: Posee trastornos de la coordinación, mareos, vértigos o caídas súbitas.
- Tiempo: Durante un accidente cerebrovascular, cada minuto cuenta. Si observas cualquiera de estas señales, llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato.


¿Qué puede hacer para ayudar a una persona que está sufriendo un ACV?

* Llame o pida a alguien que llame al número de su emergencia móvil. Si es posible consiga un kit de primeros auxilios y un DEA.
* Anote la hora en que se dieron los primeros signos.
* Quédese hasta que llegue ayuda especializada y asuma el control.
* Si no responde y no respira con normalidad o incluso jadea/boquea, practique la RCP.



 

Carla Bella 
Gerente de Responsabilidad Social Empresarial

 

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