Salud mental, una prioridad

Proteger nuestra salud mental es algo que debemos hacer siempre y no solo cuando nos sentimos agobiados. 

 

Ahora bien, aunque sabemos esto, muchas veces hacemos todo lo contrario, es decir, buscamos cuidarnos cuando estamos pasando por una situación difícil.
 

¿Cómo podemos proteger nuestra salud mental?
Cuando no nos preocupamos por proteger nuestra salud mental en el día a día, sino de manera ocasional (o peor, nunca), las consecuencias de una situación difícil pueden prolongarse en el tiempo y dejar una impronta dolorosa, difícil de gestionar. Poco a poco, conforme se alarga la situación (y con ella, el malestar), la mente puede empezar a preguntarse qué sentido tiene esto y qué sentido tenemos nosotros. Resulta interesante saber que el doctor Irvin David Yalom, catedrático de psiquiatría en la Universidad Stanford y psicoterapeuta explica en su libro Psicología Existencial que, de una manera colectiva, el ser humano teme básicamente a cuatro cosas: a perder el control sobre su realidad, a estar solo, a la duda (sobre sí mismo y sus propósitos) y a la muerte. Teniendo en cuenta lo que explica el doctor Yalom, para proteger nuestra salud mental ante una situación difícil, hay que controlar al miedo. No se trata de hacerlo desaparecer, algo así es imposible e ilógico. Como emoción, cumple su función. Se trata solo de racionalizarlo, de impedir que se vuelva catastrófico y nos aboque a comportamientos de pánico.




 
¿Cómo se maneja el miedo?
Controlando la información que vemos y leemos. Evitemos estar 24 horas al día recibiendo imágenes y datos. Hay que tener en cuenta que la idea es estar al día, conocer lo que indican las fuentes confiables y seguidamente, continuar con nuestra vida, no ahogarnos. Usando con moderación las redes sociales. Silenciar las notificaciones durante unas horas es saludable para evitar la infoxicación (exceso de información que alimenta el miedo y el pánico). Poniéndole un límite al miedo. Sentir miedo es normal y hasta necesario (pero siempre dentro de un límite razonable). El miedo es útil hasta cierto punto porque nos anima a generar ciertos comportamientos para protegernos de las adversidades. Sin embargo, el exceso de miedo no es saludable, pues impide hacer vida normal. Compartiendo las emociones e inquietudes con los seres queridos puede ser de gran ayuda a la hora de aliviar la tensión emocional y restarle importancia a los temores más irracionales que podamos tener rondando en la cabeza. Por ello, debemos animarnos a compartir aquello que nos inquieta con alguien más y, por supuesto, escuchar con respeto a quienes se animen a compartir sus inquietudes con nosotros. Corazón y cerebro representando la necesidad de Proteger nuestra salud mental ante el coronaviru
 

Cuidar el cuerpo para calmar la mente
El cuerpo es un sensor del miedo, un mapa en el que se somatizan las emociones, un envoltorio en el que toda preocupación se transforma en dolor, tensión y agotamiento. Por lo tanto, para proteger nuestra salud mental ante la adversidad debemos atender también nuestro cuerpo y proporcionarle equilibrio, para así no restarle salud ni bienestar.
 

¿Cómo podemos cuidar el cuerpo y calmar la mente?
* Una de las primeras cosas que descuidamos en situaciones de estrés y ansiedad es nuestro autocuidado. Para evitarlo, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
* Mantener una alimentación variada y equilibrada.
* Mantener una buena hidratación y darle prioridad al consumo de agua por encima de cualquier otra bebida.
* Dormir ocho horas diarias.
* Hacer ejercicio a diario (en casa o al aire libre)
* Los ejercicios como la relajación progresiva de Jacobson son excelentes.
* Meditar, hacer yoga, dibujar, escribir, colorear mandalas o realizar cualquier actividad recreativa  que permita liberar la mente. 
* La nutrición emocional, como clave para proteger nuestra salud mental
En momentos difíciles, es necesario aprender a tolerar la frustración y manejar la incertidumbre. Al mismo tiempo, hay que procurar buscar estrategias de gestión cotidiana para aliviar y sobrellevar la tensión. Hay una herramienta que siempre ayuda, que siempre nos fortalece: no es otra que la nutrición emocional. ¿En qué consiste esta área?
 

Como trabajar a nutrición emocional
Para proteger nuestra salud mental necesitamos el apoyo de los nuestros. Debemos ser agentes activos entre nosotros favoreciendo una serie de conductas y actitudes:
Ofrezcamos esperanza, apoyo y positividad a quien siente miedo o piensa de manera negativa.
Es momento de estar presente, aún en la distancia. Llamemos, enviemos mensajes, preocupémonos de manera activa por las personas de nuestro entorno, las que queremos, las que son solo conocidos, los que son vecinos… Creemos redes de apoyo entre nosotros.
Seamos cercanos los unos con los otros para convivir mejor. Demos lo mejor de nosotros mismos.
La salud mental es algo que debemos cuidar siempre. Por ello, atendamos nuestras necesidades cada día y no solo cuando nos sintamos más agobiados o inquietos. No dudemos tampoco en pedir ayuda experta si consideramos si así lo necesitamos.
 
Protejámonos, cuidémonos y seamos capaces de crear un escenario de afecto y calma, por y para nosotros.
 
 
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/

Deja tu comentario

No se publicará
No se publicará
Whatsapp