¿Qué es un ataque de pánico?

Hoy en días son cada vez más comunes así que lo mejor es comenzar a informarnos.

Un ataque de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad que ocasiona ataques repetitivos en los que la persona siente constante miedo de que algo malo va a pasar. El ataque de pánico es distinto a un ataque de ansiedad, pues este se presenta inesperadamente y en los lugares y momentos menos pensado. Puede suceder un ataque de pánico mientras la persona conduce un vehículo o disfruta de sus vacaciones.

El trastorno de pánico es dos veces más común en las mujeres que en los hombres. Por lo general ocurre cuando el sistema de alerta del cuerpo, ese que nos avisa que tenemos que actuar para defendernos de alguien o algo, se activa sin causa alguna. La razón científica de por qué esto sucede se desconoce y es muy común que no exista ningún antecedente familiar.

El ataque de pánico suele ocurrir en adultos jóvenes entre 25 y 35 años y aunque también puede presentarse en niño, a éstos se les diagnostica cuando ya son adultos.

Síntomas de un ataque de pánico

Como mencionamos anteriormente, el ataque de pánico comienza de repente y encuentra su máxima expresión a los 20 minutos. Muchas personas lo confunden con un infarto, lo que las lleva a acudir a algún centro de salud donde serán evaluadas y calmadas con algún ansiolítico.

Entre los síntomas más comunes se encuentran: dolor torácico, desmayo, miedo a morir, miedo a perder el control, asfixia, sentimientos de irrealidad, náuseas y malestar estomacal, entumecimiento u hormigueo en manos, palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración, escalofrío o sofocos, temblores.

Tratamiento del trastorno de pánico

Para tratar a una persona que sufre ataques de pánico se debe realizar una combinación entre fármacos y psicoterapia. Aunque los medicamentos pueden ayudar a que la persona supere lentamente el estado de ansiedad, preocupación y miedo que se instala después de un primer ataque de pánico, la terapia es sumamente importante porque será la clave para que el paciente comprenda el porqué de la situación y aprenda a manejar sus emociones y drenar su estrés para evitar que se repitan nuevos episodios.

Después de un ataque de pánico es común que la persona no se sienta capaz de realizar su vida con normalidad, pues teme que otro ataque pueda volver a suceder, inclusive, muchas personas sufren ataques de pánico por miedo a tener un ataque de pánico.

Entender que la vida no siempre es lo que soñamos, comprender el comportamiento de otras personas y evitar que éste nos afecte, modificar el pensamiento cada vez que aparece un mensaje negativo que despierte el miedo, pensar racionalmente cada vez que la ansiedad aparece, dormir lo suficiente, hacer ejercicio con frecuencia y evitar el consumo de alcohol son algunas recomendaciones importantes para dominar las crisis y frenar los ataques de pánico.

Si crees haber experimentado un ataque de pánico y aún no estás en tratamiento, lo más recomendable es que busques ayuda porque con terapia se puede conseguir el control y la mejoría de las personas que padecen este trastorno.

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU Eme de Mujer

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