¿Qué es la musicoterapia?

Desde los comienzos de la humanidad, el hombre ha utilizado y vinculado a la música en diferentes acciones de su vida cotidiana.

¿Qué es la musicoterapia?

A lo largo de la historia, el hombre y su vida han sido influenciados por la música que, gracias a sus efectos emocionales y de motivación, se ha utilizado como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo.
Por esas mismas propiedades es que se originó la musicoterapia, una disciplina de la salud que utiliza los recursos sonoro y musical como herramientas básicas para diferentes tratamientos de enfermedades, buscando vincular en todo momento el bienestar de las personas con la terapia y el arte en simultáneo.
Todo lo que se expresa, desde el sonido, la música y el cuerpo, da cuenta de la subjetividad de la persona que produce y muestra cómo se relaciona consigo mismo, con los otros y con el mundo.


¿Cómo funciona?

La música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria), y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, los diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas.
La acción terapéutica de la musicoterapia puede tener tanto fines preventivos, como de tratamiento y rehabilitación en distintos campos de la salud.

¿Cómo nos influye?

Hay factores musicales que determinan la influencia de la música en las personas con las que tienen contacto.

Estos son:
Tempo: los tempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.

Armonía: es cuando suenan varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.

Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.

La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que -si son muy intensas y prolongadas- pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.

La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.

La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.

Musicoterapia y vejez

En el ámbito en el que se vinculan la musicoterapia y la vejez, el principal objetivo consiste en que el adulto mayor descubra formas de atravesar las diferentes problemáticas propias de esta etapa, a través de la experiencia expresiva.
La experiencia expresiva musical y/o sonora del pasado adquiere un valor vital en el presente. Será desde ahí donde el musicoterapeuta tratará los procesos individuales: la historia de vida y la subjetividad.
El trabajo en musicoterapia en el área de la vejez apunta a trabajar sobre los distintos aspectos emocionales, sociales y cognitivos que interfieren en la vida del adulto mayor. Se pueden tratar patologías como demencias, depresiones, accidentes cerebro-vasculares, entre otros, además de involucrar aspectos ligados a la prevención y al envejecimiento saludable del adulto mayor.

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